O Oriens,
splendor lucis ætérnæ
et sol iustítiæ:
veni et illúmina sedéntes in ténebris et umbra mortis.
"Oh Sol Naciente, eres el esplendor de la luz eterna y el sol de la justicia: ven e ilumina a los que se sientan en la oscuridad y en la sombra de la muerte".
La antífona de ayer habló de las personas sentadas en la oscuridad y la sombra, y lo mismo ocurre hoy, pero hay una diferencia. La luz de la Navidad está muy cerca. Jesús ya casi está aquí. Ya no esperamos ser sacados de nuestra prisión: ahora esperamos que su luz venga y brille en la prisión, disipando su oscuridad.
Isaías ve este futuro como un presente: “La gente que caminó en la oscuridad ha visto una gran luz; en aquellos que viven en una tierra de sombras profundas ha brillado una luz ".
Durante cinco noches, la antífona Magnificat en Vísperas ha estado contando hasta el nacimiento de Jesús. Solo quedan dos noches.
