800 años de cristianismo
El Cántico de las Criaturas: Un Puente Ecuménico entre Cristianos
Cántico de las Criaturas
(Autor: San Francisco de Asís)
Altísimo, omnipotente, buen Señor,
tuyas son la alabanza, la gloria, el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, corresponden,
y ningún hombre es digno de hacer de ti mención.
Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas,
especialmente el señor hermano sol,
el cual es día, y por el cual nos alumbras.
Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significado.
Loado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las has formado claras, preciosas y bellas.
Loado seas, mi Señor, por el hermano viento,
y por el aire, y la nube, y el sereno y todo tiempo,
por el cual das a tus criaturas sustento.
Loado seas, mi Señor, por la hermana agua,
la cual es muy útil y humilde, y preciosa y casta.
Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre, y robusto y fuerte.
Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana madre tierra,
la cual nos sustenta y gobierna,
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.
Loado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor
y soportan enfermedad y tribulación.
Bienaventurados aquellos que las soporten en paz,
porque por ti, Altísimo, coronados serán.
Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
¡Ay de aquellos que morirán en pecado mortal!
Bienaventurados aquellos a quienes encuentre en tu santísima voluntad,
porque la muerte segunda no les hará mal.
Alabad y bendecid a mi Señor,
y dadle gracias y servidle con gran humildad.
Este cántico refleja la profunda espiritualidad de San Francisco y su visión de armonía con la naturaleza y las criaturas como manifestaciones de la gloria de Dios.
El Cántico de las Criaturas, compuesto por San Francisco de Asís en el siglo XIII, es una de las oraciones más significativas de la tradición cristiana. Este poema, también conocido como el Cántico del Hermano Sol, celebra la belleza de la creación y reconoce a todas las criaturas como reflejo del amor de Dios. Su mensaje de alabanza y humildad ha trascendido fronteras y ha servido como un puente ecuménico entre diversas comunidades cristianas.
El texto está escrito en un lenguaje sencillo, accesible incluso para quienes no están familiarizados con las complejidades teológicas. San Francisco utiliza términos familiares como “hermano” y “hermana” para referirse al sol, la luna, el agua y el fuego. Esto crea un sentido de unidad universal y destaca la interconexión de toda la creación bajo un mismo Creador. Para cristianos de distintas tradiciones, este mensaje resuena profundamente, ya que reafirma la idea compartida de que el mundo es un regalo divino que debe ser respetado y cuidado.
Una de las razones por las que el Cántico de las Criaturas tiene tanto poder ecuménico es su enfoque en lo esencial: la alabanza a Dios y la gratitud por la creación. En un mundo donde las diferencias doctrinales entre cristianos han generado divisiones históricas, este poema se centra en aquello que une a todos los creyentes. La alabanza a Dios como creador es un tema universalmente aceptado en todas las tradiciones cristianas, desde la ortodoxa hasta la protestante, pasando por la católica.
Además, el cántico es un recordatorio de la humildad que los cristianos están llamados a practicar. Al referirse a sí mismo como un simple hermano entre las criaturas, San Francisco señala que los seres humanos no son los dueños de la creación, sino sus cuidadores. Este enfoque resuena con movimientos contemporáneos dentro del cristianismo, como el ecumenismo ambiental, que une a diferentes denominaciones en la lucha por la justicia climática y la protección del planeta.
El Cántico de las Criaturas también ha inspirado encuentros ecuménicos y liturgias compartidas. En muchas ocasiones, se ha utilizado como oración común en reuniones entre cristianos de distintas tradiciones. Su capacidad de reunir a creyentes bajo un mismo espíritu de alabanza y gratitud demuestra su vigencia y relevancia en un mundo cada vez más dividido.
Hoy en día, el mensaje del cántico sigue siendo un llamado urgente a la unidad. En un contexto de crisis ecológica global, su invitación a reconocer la dignidad de cada criatura y a vivir en armonía con el mundo natural cobra una nueva dimensión. Además, su simplicidad y belleza lo convierten en una herramienta poderosa para fomentar el diálogo y la cooperación entre cristianos.
El legado de San Francisco de Asís, plasmado en el Cántico de las Criaturas, es un recordatorio de que la fe, la gratitud y el amor por la creación pueden unir incluso a quienes tienen diferencias. Es, en esencia, un canto de esperanza y reconciliación que sigue resonando a través de los siglos.