3 Verdades Incómodas Sobre el Poder y la Ley en la Iglesia que Debes Conocer
Introducción: El Orden y el Caos Dentro de la Iglesia
A menudo percibimos a la Iglesia Católica como una institución de inmenso orden y tradición, un pilar de estabilidad gobernado por leyes que se remontan a siglos. Esta imagen de cohesión y estructura es, en gran medida, cierta. Sin embargo, como toda sociedad humana, no es inmune a las tensiones internas, a los conflictos donde el poder choca frontalmente con la ley, y la autoridad se enfrenta a la justicia.
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En este complejo escenario, las reflexiones de figuras internas pueden ser profundamente reveladoras. Un comentario reciente del sacerdote Gabriel Calvo Zarraute ofrece una mirada sorprendentemente franca y combativa a estas tensiones, arrojando luz sobre una crisis de justicia dentro de la Iglesia. Su análisis no es una observación distante, sino una advertencia urgente que revela varias verdades incómodas. Este artículo destila las tres conclusiones más impactantes y contraintuitivas de su análisis.
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1. La Paradoja de la Persecución: Cuando el Fruto se Convierte en Amenaza
Una de las ideas más desconcertantes que presenta el Padre Calvo Zarraute es que las obras, instituciones o individuos que son espiritualmente fructíferos pueden convertirse en objeto de persecución, no solo por parte del mundo, sino desde dentro de la propia jerarquía eclesiástica. La lógica convencional sugeriría que el éxito espiritual debería ser celebrado, pero la realidad, argumenta, puede ser trágicamente opuesta.
Según su teoría, esta oposición interna surge de una jerarquía "minada" por dos fuerzas hostiles: el modernismo, que niega la revelación divina, y los sodomitas, que niegan la ley natural. Inicialmente, una obra tradicional y pequeña es simplemente despreciada. Sin embargo, "cuando empiezas a crecer y a tener cierta influencia", esa obra deja de ser insignificante y se convierte en una amenaza directa al "statu quo" de estas fuerzas. Es en ese momento cuando se activa la persecución. Contextualizando esta reflexión en el caso del Padre Carlos Spahn, el sacerdote expresa su sorpresa de que este "ambiente de purga estaliniana" persista incluso después de la muerte del Papa Francisco.
...lo que da fruto tiene que ser perseguido y si no es perseguido por el mundo o no es suficientemente perseguido por el mundo tiene que ser perseguido por pues por una jerarquía católica que en gran medida está minada...
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2. El Arma Inesperada: Cómo la Propia Ley de la Iglesia Puede Ser Ignorada Desde la Cima
Si el primer punto describe una persecución general, el segundo presenta un caso de estudio que es, en palabras del sacerdote, "completamente distinto". Lejos de ser meras víctimas, los Heraldos del Evangelio representan una victoria documentada contra la arbitrariedad. Al registrar meticulosamente el asalto legal en su contra, no solo se defendieron, sino que expusieron la demolición sistemática del derecho en la Iglesia, demostrando que ellos "ya han vencido".
El argumento central es devastador: durante el pontificado del Papa Francisco, el propio derecho de la Iglesia fue sistemáticamente "pisoteado". El caso de los Heraldos, y otros como el del obispo Strickland, se convierten en la prueba irrefutable de un asalto a los principios jurídicos más fundamentales:
• Presunción de inocencia: Fue pisoteada, asumiendo la culpabilidad sin pruebas.
• Carga de la prueba: Se invirtió la lógica jurídica, forzando al acusado a probar su inocencia en lugar de exigir al acusador que probara la culpa.
• Derecho a legítima defensa: Se negó a los acusados un proceso claro para defenderse de acusaciones ambiguas.
• Proceso canónico: Fue totalmente eludido, llegando al extremo de destituir obispos simplemente "porque le dio la gana" a la autoridad, en una flagrante violación de la ley.
Esta situación es especialmente grave porque revela un escenario en el que el máximo garante de la ley se convierte en quien la socava, dejando a todos los fieles en un estado de absoluta vulnerabilidad jurídica.
...el Papa Francisco eh ha prostituido y ha arrastrado por el suelo el derecho de la Iglesia el derecho canónico...
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3. La Razón de Ser de la Ley: No es Represión, es la Defensa del Débil
Más allá de los casos específicos, el análisis del Padre Calvo Zarraute culmina en una profunda meditación sobre el propósito fundamental del derecho canónico. Lejos de ser un instrumento despótico de control, su principal razón de ser es la defensa del débil contra el ejercicio arbitrario de la autoridad. La ley existe precisamente para evitar que el gobierno en la Iglesia se convierta en un régimen totalitario.
Para dar fuerza a este punto, el sacerdote utiliza analogías políticas viscerales y modernas: "háblale a los Castro en Cuba del derecho... háblale a Maduro del derecho en Venezuela". En esos regímenes, el derecho es lo que el dictador dice que es. Para evitar esa tiranía —donde impera "la ley del más fuerte", como entre los animales—, la Iglesia, como sociedad humana, necesita reglas.
Estas reglas no son mera burocracia. La ley de la Iglesia, explica, es "la teología convertida en ley", y su fin último es "la determinación de lo justo". Esta conexión con la justicia es tan fundamental que la compara con el acto más grande de la historia: la Redención de Cristo fue en sí misma un acto de justicia para reparar el pecado. Sin justicia, afirma, no puede haber verdadera misericordia, caridad ni fe. Por eso, cuando un sacerdote se inventa la Misa o un obispo es destituido sin causa, no es una simple falta administrativa; es un acto de injusticia radical, "primero contra Dios... segundo contra los fieles". Es precisamente este sacrilegio contra la justicia lo que la ley canónica está diseñada para prevenir.
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Conclusión: Una Iglesia en la Encrucijada de la Justicia
Las reflexiones del Padre Calvo Zarraute dibujan el panorama de una Iglesia enfrentada a una grave crisis interna. Las tres verdades expuestas —la persecución de lo fructífero, el desprecio por la ley desde la más alta autoridad y la subversión del propósito de esa misma ley como protectora del débil— señalan una profunda crisis de justicia. Estos puntos no son meras opiniones, sino un llamado a reflexionar sobre la naturaleza del poder, la ley y la obediencia dentro de la estructura eclesiástica.
Si la justicia dentro de la Iglesia depende de la voluntad de un solo hombre en lugar de la ley, ¿qué seguridad y qué futuro les espera a los fieles?
Fuente: https://youtu.be/PGPaQFVG8Fk?list=TLGG6PjlcdN6y1oxMDEyMjAyNQ
El Padre Gabriel Calvo Zarraute, en el contexto de una conversación sobre las persecuciones al Padre Carlos Spahn de México y la situación de los Heraldos del Evangelio, critica fuertemente lo que percibe como un ambiente de "purga estaliniana" dentro de la jerarquía católica, una atmósfera que, sorprendentemente, parece persistir incluso después del fallecimiento del Papa Francisco. Zarraute atribuye gran parte de los problemas dentro de la Iglesia a dos enemigos fundamentales: el modernismo, que niega la revelación divina, y la presencia de sodomitas que niegan la ley natural. El orador elogia al Padre Carlos Spahn como un sacerdote que lleva "las almas a Dios" y defiende la "fe de siempre" de la Iglesia, uniéndose a la oración por él. Respecto a los Heraldos del Evangelio, subraya que estos han demostrado documentalmente cómo el Papa Francisco "prostituyó y arrastró por el suelo el derecho de la Iglesia" y el derecho canónico, mostrando un desprecio absoluto por la seguridad jurídica dentro de la institución, una falta de justicia que el orador compara con la tiranía y la anarquía.
