¿Matamos al niño inocente o lo dejas vivir? por Mons. Munilla
La prohibición del aborto es «inhumana, cruel y degradante». Con estas palabras, el Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) denunció el pasado mes de octubre la interpretación del artículo 6 de la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el cual declara que «el derecho a la vida es inherente a la persona humana y nadie podrá ser privado de ella arbitrariamente».
La también conocida como Naciones Unidas, a pesar de ser una organización internacional que se caracteriza por la paz, la libertad, el progreso social, la igualdad de derechos y la dignidad humana, ya no cree en el valor de la vida. Es más, presiona a los países para que acaben con ella. Es lo que le ha pasado a Polonia, territorio que se está viendo coaccionado para legalizar esta controvertida práctica lo antes posible. (María Fernández - El Debate, 08/09/2024).
El Comité de Derechos Humanos de la ONU apuntó a principios de año que las mujeres polacas se enfrentan a «graves violaciones de sus derechos humanos» debido a las restrictivas leyes sobre el aborto, que obligan a muchas de ellas a llevar a término «embarazos no deseados, recurrir a procedimientos clandestinos inseguros o viajar al extranjero para abortar legalmente».