Obligado, vacunarse ni es una opción personal...

El 'incumplimiento' del mandato de inyección podría dar lugar a una 'acción disciplinaria'

La directiva de Cupich (Cardenal de Chicago) estipula que además de recibir las inyecciones de terapia génica, los empleados y el clero deben proporcionar "documentación" al "portal de seguimiento o sitio web" arquidiocesano para demostrar su estado de vacunación. Este “seguimiento” debe realizarse de manera “centralizada” para que la arquidiócesis tenga una supervisión completa del estado de las vacunas de todos los clérigos y empleados. 


A pesar de la naturaleza contaminada por el  aborto  de las inyecciones, que ha llevado al cardenal Raymond Burke a declarar que “nunca está moralmente justificado desarrollar una vacuna mediante el uso de líneas celulares de fetos abortados”, el cardenal Cupich no permitió ninguna exención religiosa. 

“De acuerdo con la orientación actual de la Iglesia, no habrá exenciones religiosas permitidas del cumplimiento de la política de vacunación”, escribió el cardenal. Sin embargo, al hacerlo, Cupich ignoró una línea de la nota de diciembre de 2020 de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF).  

Si bien el documento de la CDF   ofreció cierto apoyo para el uso de vacunas contaminadas con el aborto, un asunto que protestaron enérgicamente varios  clérigos prominentes y  fieles  , la CDF también declaró que “la razón práctica hace evidente que la vacunación no es, por regla general, una obligación moral y que, por tanto, debe ser voluntario ”. 


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Por contra el Obispo de Puerto Rico, recuerda y abre el camino.




El obispo, que dirige la diócesis de Arecibo en el noroeste de Puerto Rico, destacó “dos importantes declaraciones para aclarar el tema de la objeción de conciencia”.

“La primera es que, como regla general, la vacunación debe ser voluntaria”, dijo. “Y la segunda es que puede haber quienes, por motivos de conciencia, rechacen el uso de determinadas vacunas, ya sea porque aún se encuentran en fase experimental o porque han sido producidas a partir de líneas celulares de fetos abortados”.

“Recordamos que el valor y la defensa de la vida, así como la gravedad del pecado del aborto, son parte de nuestras creencias religiosas como católicos”, dijo el obispo de Arecibo. “También tenemos la obligación de recordar que, siguiendo la doctrina moral de la Iglesia, ante casos difíciles, repentinos y moralmente disputados, los pastores de almas no deben imponer soluciones unívocas, sino que, siguiendo a san Alfonso, debemos dejar a cada uno actuar de acuerdo con su recta conciencia ".

“Por lo tanto, es posible que un católico fiel tenga objeción de conciencia a la supuesta naturaleza obligatoria de la vacuna Covid-19”, continuó. “El respeto a la conciencia de la persona también es doctrina católica”.

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Rosa Mística