Cuando en la religión no está Dios


Está claro que el mundo quiere la bendición de la Iglesia en sus realidades. Es posible transformar la palabra de Dios a lo que deseamos individual y socialmente? Ello lo tenemos bien reflejado en las palabras del antiguo testamento de esta semana. En la prensa irlandesa (The Independent,19.08.22) hoy se puede leer:"El ministro de salud de Alemania ha criticado a la Iglesia Católica Romana por negarse a bendecir las uniones entre personas del mismo sexo. Jens Spahn, quien se casó con su esposo Daniel Funke en 2017, ha descrito su relación con la iglesia como difícil a veces."

Podcast-comentario
https://anchor.fm/effata/episodes/Cuando-en-la-religin-no-est-Dios-e164qdg


Jueves 11,29-39a

En aquellos días, el espíritu del Señor vino sobre Jefté, que atravesó Galaad y Manasés, pasó a Atalaya de Galaad, de allí marchó contra los amonitas, e hizo un voto al Señor: "Si entregas a los amonitas en mi poder, el primero que salga a recibirme a la puerta de mi casa, cuando vuelva victorioso de la campaña contra los amonitas, será para el Señor, y lo ofreceré en holocausto." Luego marchó a la guerra contra los amonitas. El Señor se los entregó; los derrotó desde Aroer hasta la entrada de Minit (veinte pueblos) y hasta Pradoviñas. Fue una gran derrota, y los amonitas quedaron sujetos a Israel. Jefté volvió a su casa de Atalaya. Y fue precisamente su hija quien salió a recibirlo, con panderos y danzas; su hija única, pues Jefté no tenía más hijos o hijas. En cuanto la vio, se rasgó la túnica, gritando: "¡Ay, hija mía, que desdichado soy! Tú eres mi desdicha, porque hice una promesa al Señor y no puedo volverme atrás." Ella le dijo: "Padre, si hiciste una promesa al Señor, cumple lo que prometiste, ya que el Señor te ha permitido vengarte de tus enemigos." Y le pidió a su padre: "Dame este permiso: déjame andar dos meses por los montes, llorando con mis amigas, porque quedaré virgen." Su padre le dijo: "Vete." Y la dejó marchar dos meses, y anduvo con sus amigas por los montes, llorando porque iba a quedar virgen. Acabado el plazo de los dos meses, volvió a casa, y su padre cumplió con ella el voto que había hecho.


Comentario

1. ¿Qué ofrecerle a Dios? 
1.1 La primera lectura presenta de modo dramático hasta dónde puede llegar una pregunta que atañe directamente a la virtud de la religión: ¿qué es propio ofrecer a Dios?
 1.2 En un mundo tan secularizado como el nuestro esa pregunta puede sonar anacrónica. No sólo para el ateo sino también para la mayoría de los creyentes, me atrevo a pensar. La idea que está en la base, quizá de modo inconsciente, es que "Dios no tiene derechos". O dicho de modo más suave o menos problemático: "de fondo, el ser humano no tiene obligación alguna con Dios". 
 1.3 El enunciado puede sonar abstracto o lejano, pero es plenamente válido. El ser humano que cree que no debe nada a Dios carece, estrictamente hablando, de toda posibilidad de experimentar ninguna obligación real para con los demás seres humanos. 
 1.4 No puede tener una esperanza más allá de la muerte, si dice que nada le debe a Dios, porque esta esperanza sólo puede venir de admitir que, más allá de nuestros méritos o esfuerzos, hay una justicia y hay una vida que nos llegan como "regalo". Y quien nada espera, ninguna razón tiene para abstenerse de ejercer su apetito o su codicia con tanto vigor como le venga en gana. 
 1.5 Con otras palabras: el que cree que nada debe a Dios, sólo ve en la ley humana un límite a su apetencia, y por ello a la larga luchará para que esa ley sea tan elástica y favorable a su capricho como le sea posible. 

 2. Lecciones de una escena espantosa 
2.1 El relato del libro de los jueces nos parece brutal, desmedido, inútil, repugnante. Es bueno que nos preguntemos por qué. Hay brutalidad, desmesura, inutilidad y repugnancia en eso de matar a la hija, no lo neguemos, pero, ¿eso explica todo? 
 2.2 Y en otro sentido: el hecho de que reprobemos con tanta fuerza el sacrificio que Jefté hizo de su hija, ¿no será que nos sirve de cortina de humo que no nos deja ver a quiénes estamos sacrificando HOY, ante qué altares y con qué propósitos. 
 2.3 Hablemos de los niños abortados. ¿Quiénes son los "sacerdotes" que sacrifican esas vidas, más inocentes que la niña de Jefté? ¿Ante qué altares se les sacrifica, y por defender qué principios u obtener qué beneficios? 
 2.4 Hablemos de los muertos de hambre o por otras causas relacionadas con la distribución injusta de la riqueza o la proliferación criminal de armas. ¿Por qué razones se priva de lo mínimo a seres inocentes, muchas veces niños que no alcanzan la edad de la hija de Jefté? ¿De qué sirve esa sangre o quién llora a esos muertos? 
 2.5 Jefté creía –equivocadamente, por supuesto- que servía a Dios. ¿A quién creen que sirven, a qué dioses, creados por quién, esos hombres, los de los abortos o los de la privación de derechos a sus hermanos?

Comentario y podcast de Fray Nelson Medina.

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Rosa Mística