No digas que no, deja la puerta abierta un poquito y Él entrará.

Este testimonio nos deja claro que no se deja vencer Jesús por nuestros errores, pecados y malas acciones. Todo es usado para nuestra redención, sólo una condición, no debemos negarle y abrirle nuestro corazón aunque sea un poco, un poquito.

Son palabras llenas de esperanza y de luz que desde la fuerza redentora del Espíritu Santo.




 

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Rosa Mística